Pop star

¡Qué bien! Ya he llegado a las 70000 visitas – exclamó Ruth. Este era ya el quinto vídeo que subía, y solo llevaba una semana en la red.

Ruth comenzó a grabarse cantando sus canciones favoritas de Lady Gaga seis meses atrás, aunque tardó en atreverse a subir alguno de ellos. Intentó darse publicidad comentando en varios canales y foros, y su popularidad fue creciendo como la espuma, lo que la impulsó a seguir grabándose y subiendo vídeos.

El primer vídeo que colgó fue el de Born this way, y en tan solo un mes alcanzó medio millón de visitas. Ahora superaba las 800000; pisándole los talones se encontraba Applause, el tercero que subió. Había puesto mucho empeño en este último, pues había logrado superponer varias voces -todas suyas, claro- y consiguió unos efectos muy vistosos.

Cualquiera podría pensar que sus vídeos eran como otro cualquiera. Sin embargo, la clave de su inesperada fama consistía en su atuendo: siempre intentaba imitar a Gaga todo lo que podía en sus versiones. La voz, por otro lado, no se parecía, ni era la intención tampoco; ella quería emplear la suya.

En realidad, toda esa parafernalia no era más que una excusa. El objetivo principal de Ruth no era otro que esconderse: no quería que nadie la reconociera. Y, sobre todo, no quería que sus fans de Internet descubriesen que no era más que una fracasada.

Ruth llevaba meses teniendo problemas en casa. Sus padres no estaban de acuerdo con su intención de ser bailarina profesional:

No puedes dedicarte a eso. No te ganarás la vida así decía su madre.

Tienes que estudiar una carrera o no serás nadie añadía su padre. Mira a tu hermana. Ella ha conseguido trabajo estable tras acabar su Ingeniería.

Estas charlas desmotivaban a la chica cada vez más, hasta que en una de ellas estalló. Les dijo a sus padres todo lo que pensaba y, sin darles tiempo a contestar, se fue corriendo a casa de María, su mejor amiga. Esta ya sabía que la relación de Ruth con su familia no había sido muy buena últimamente, y escuchó pacientemente todo lo que su amiga le contó entre lágrimas.

Ruth pudo quedarse en casa de su amiga unos días, pero no por mucho tiempo. Sus padres sabían que estaba allí y pensaron que en poco tiempo “se le pasaría la tontería” y volvería a casa. Pero no fue así. La joven decidió dejar de estudiar temporalmente y buscar algún pequeño trabajo que le permitiese buscarse un lugar donde vivir. En cuanto recibió la primera paga se marchó a un piso compartido y no muy caro. Solo vivía con otra chica y, como tenían horarios de trabajo muy diferentes, podía grabar sus vídeos sin que ella se enterase.

Los padres de Ruth habían intentado hablar con ella varias veces y también habían ido a casa de María. Sin embargo, esta solo les decía que Ruth estaba bien y que en ese momento no se encontraba allí. Hasta que, un día, su madre la vio salir de trabajar y, guiada por la intuición, decidió seguirla manteniendo una prudente distancia para que no la descubriese. Al ver que abría una puerta con llave, supuso que ahora vivía allí.

Ruth aprovechó que su compañera iba a estar fuera un par de días para preparar todo lo necesario para su nuevo vídeo, Do what U want. Esa tarde comenzó a grabar algunas escenas. De repente, alguien abrió la puerta. 《No puede ser》, pensó. Intentó quitarse corriendo la peluca, pero ya era tarde: María y sus padres lo habían visto todo.

María, ¿por qué?

Lo siento, es que tu madre vino a verme preocupada porque te había visto entrar en esta casa.

Llevamos mucho sin saber de ti -añadió la aludida.

Te dije que me avisases si venías -replicó Ruth molesta-. Si lo sé no te doy una copia de la llave.

Nosotros le pedimos que no te dijera nada. Queríamos darte una sorpresa dijo su padre. Aunque… ¿Qué es todo esto?

No tengo que daros explicaciones. Entre mi trabajo y… bueno, el caso es que gano suficiente dinero como para no depender de vosotros más. Ya no os necesito.

Sus padres se sintieron dolidos por sus palabras.

Quizá sea mejor que nos vayamos dijo su padre.

- Espera un momento respondió su madre. Me suena mucho esa peluca. Me recuerda a un vídeo que tu hermana me enseñó. Voy a buscarlo y se puso a mirar su móvil. No tardó en encontrarlo. ¡Aquí! y le dio al play ante la mirada aterrorizada de su hija.

Era ella. La habían descubierto. Sus padres y su mejor amiga.

Ruth, le hemos pedido a María que nos deje hablar contigo porque queremos pedirte perdón. Hemos estado buscando y hemos encontrado una academia donde te enseñarán a bailar y puedes pedir una beca. Aunque con esto de los vídeos quizá ya no te interese…

Y así fue como Ruth abandonó su carrera como youtuber para enfrascarse en el mundo del baile, su verdadero sueño. Aunque siguió grabándose de vez en cuando.



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